miércoles, 15 de junio de 2011

Leyendas Sevilla III

Dos nuevas leyendas para el disfrute de todos.

La Virgen de La Servilleta de Murillo



Esta Virgen con el Niño, es realizada por Murillos para el retablo del Convento de los Capuchinos de Sevilla.Según la leyenda un hermano lego del convento se dió cuenta un día de que faltaba una servilleta y Murillo se la devolvió con la imagen de la Virgen con el Niño pintada, otra versión nos cuenta cómo la pintó en agradecimiento a la Orden que tan bien le había acogido el tiempo que permaneció trabajando en el convento. La leyenda forjada durante el Romanticismo ha dado nombre al cuadro desde el S. XIX, cuando los cuadros de Murillo se encontraban altamente valorados. Pero la obra fue pintada en realidad sobre lienzo.La forma de presentarnos a la Virgen con el Niño, es cercana e intimista. Siguiendo los pasos de la Contrarreforma, los santos, han bajado del Cielo a la Tierra. Sevilla atravesaba durante el S. XVII una crisis económica profunda, la pobreza y miseria se hacían patentes en las calles, donde mendigos y pilluelos buscaban sustento.

En una ciudad netamente mariana, que abogaba por el dogma de la Inmaculada, era muy común la figura de la Virgen como Madre y mediadora . La dulzura e intimismo con el que la representa Murillo, son una de las claves de la popularidad del pintor.Influido por las corrientes tenebristas del barroco italiano propio de Caravaggio, las figuras se muestran sobre fondo oscuro. Esta vez se trata de un fondo neutro, que no distraiga nuestra atención. La afabilidad y humildad con que son presentados los personajes hacen más entrañable la pintura; visten de forma sencilla, su belleza es natural y típicamente sevillana, no llevan el típico halo sagrado, pero  las figuras envueltas de luz resaltan en él como si nos encontráramos ante una visión celestial.La comunicación con el espectador es uno de las cualidades más atrayentes de la obra. El espectador toma parte en el cuadro, la Virgen nos muestra al Niño y el Niño quiere salir del cuadro y acompañarnos, su tierna mirada se para en nosotros.

Fuente: http://arquivolta.wordpress.com/2009/09/22/virgen-de-la-servilleta-murillo-1666/



Maese Perez el Organista

En el convento sevillano de Santa Inés, tocaba un famoso organista llamado Maese Pérez al cual iba a escuchar toda Sevilla. El día de la misa del Gallo, a la hora de comenzar la misa,transcurrieron, algunos minutos sin que el celebrante apareciese. La multitud comenzaba a rebullirse demostrando su impaciencia; los caballeros cambiaban entre sí algunas palabras a media voz, y el arzobispo mandó a la sacristía a uno de sus familiares a inquirir por qué no comenzaba la ceremonia. Maese Pérez se ha puesto enfermo. Entonces un organista, enemigo suyo, se encontraba entre el público y se ofreció para tocar diciendo: "Maese Pérez está enfermo.La ceremonia no puede empezar. Si queréis, yo tocaré el órgano en su ausencia, que si maese Pérez es el primer organista del mundo, ni a su muerte dejará de usarse este instrumento por falta de inteligente". Pero apareció Maese Pérez que debido a su estado de enfermedad era llevado en un sillón. Ni los médicos ni su hija pudieron evitar que apereciera, decía: "Esta es la última, lo conozco. Lo conozco, y no quiero morir sin visitar mi órgano, esta noche sobre todo, la Nochebuena. Vamos, lo quiero, lo mando. Vamos a la iglesia".


 Cuando comienza la consagración resonó majestuoso el órgano, pero su sonido se fue apagando gradualmente hasta que de repente se queda mudo. Cuando los fieles se acercaron vieron a Maese caído sobre las teclas del órgano, Maese Pérez acababa de morir. En la Misa de Gallo del año siguiente un nuevo organista, al que toda la gente creía muy malo, sustituye a Mese pérez, pero la melodía del órgano sonaba como siempre. Al terminar de tocar, el nuevo organista juró que jamás volvería a tocar aquel órgano. A los dos años de la muerte de Maese Pérez, la madre superiora del convento encargó a la hija de éste, la cual había entrado de novicia, que fuera ella la encargada de tocar el órgano. Pero la joven tenía miedo pués había visto la sombra de un hombre tocando el órgano, y cuando este se volvió y la miró vió que era su padre.Pero la Superiora no la creyó y comenzó la misa. En el momento de la consagración , la hija de Maése da un grito diciendo que veía a su padre tocando, todo el mundo miró y el órgano sonaba solo...

Fuente: http://www.sevillaen360.es/index.php/curiosidades-y-leyendas-de-sevilla



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